El día ha sido perfecto, divertido y muy tranquilo.
El martes fuimos de excursión del Sardinero a la Virgen del Mar.
El día nos acompañó, así que pudimos disfrutar del camino y de los colores del cielo, el mar y el verde de nuestra costa cantábrica.
De todos los sitios por donde pasamos, el que más me gustó, fue la Virgen del Mar, la zona acantilada era impresionante y el mar golpeando la rocas una maravilla para la vista.
Espero que para el Camino Lebaniego tengamos la misma suerte con el tiempo porque todo se ve mucho más bonita. Bueno estaría bien que un día lloviera para poder estrenar la capa. También tiene su gracia mojarse un poco.
Me contaron una historia de un doctor inglés que se murió cayéndose de un caballo en la zona y le enterraron allí.
Después de caminar todos esos kilómetros me encantó parar a comer y a jugar un rato con mis amigos.
Muchas veces me voy con mi padre a sitios que están lejos pero en realidad no hace falta teniendo lugares así, tan cerca.
Cada vez tengo más ganas de ir al Camino Lebaniego. En esta excursión me dado cuenta de lo divertido que es ir andando con tus amigos mientras hablas.
Me encantó la excursión.
Diego
Bravo por esos chicos y chicas valientes y a sus profes que les motivan y acompañan. Estais todos guapísimos.
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